Nostalgia en el Tablero y la Pantalla: Recordando Hungry Hungry Hippos y Pac-Man

Prepárate para un viaje en el tiempo que te llevará de vuelta a esos años dorados de la infancia, donde la diversión no necesitaba pantallas de alta definición, sino ingenio, reflejos y, a veces, ¡mucho ruido! El juego de Tragabolas es un gran ejemplo de ello.

¿Recuerdas esa época mágica donde las tardes de juegos eran sagradas y la emoción se medía en risas y el estruendo de canicas o el sonido «waka-waka» de un personaje amarillo? Si creciste entre los años 70 y 90, es muy probable que Hungry Hungry Hippos (conocido en español como Tragabolas o Hipos Glotones) y Pac-Man fueran parte fundamental de tu universo lúdico. Hoy, desde esta esquina de la nostalgia, vamos a desempolvar esos recuerdos y a celebrar dos íconos que, cada uno a su manera, marcaron un antes y un después en la forma en que jugábamos.

La Furia de los Hipopótamos Glotones: Un Clásico Inolvidable

Imagina el escenario: cuatro hipopótamos de plástico, un puñado de canicas y una frenética carrera por ver quién engullía más. Eso era Hungry Hungry Hippos, un juego de mesa que, por más de 40 años, ha puesto a prueba la coordinación ojo-mano y la tolerancia al ruido de generaciones enteras.

Cómo se Juega

La premisa es sencilla y adictiva: de 2 a 4 jugadores se sitúan alrededor de un tablero lleno de 20 canicas de plástico. Al presionar una palanca (o la cola del hipopótamo en algunas versiones), la boca de tu hippo se abre, su cabeza se extiende y, al soltar, la boca se cierra, intentando capturar las escurridizas canicas. ¡El hippo que coma más canicas al final, gana!. La canica dorada, por cierto, ¡valía doble!. Es un juego rápido y frenético que desata la “locura de comer mármol”. Y la mejor parte es que las canicas «tragadas» se recargan instantáneamente para que la acción nunca pare.

Juego de los 80 tragabolas, un rápido y furioso juego de acción

El Origen y los Nombres de Nuestros Amigos Hipo

Este clásico fue una creación del inventor de juguetes Fred Kroll, quien publicó la idea en 1967. Fue él quien lo trajo a Estados Unidos después de descubrirlo en Japón y licenciar los derechos a la compañía Agatsuma en Tokio. Milton Bradley lo lanzó al mercado en 1978, y más tarde, Hasbro lo adoptaría bajo su marca. ¿Sabías que los hipopótamos originales tenían nombre? Lizzie Hippo (morado), Henry Hippo (naranja), Home Hippo (verde) y Harry Hippo (amarillo). Aunque con el tiempo, las versiones cambiaron colores y nombres. En México lo conocimos como Hipos Glotones, y en España como Tragabolas.

¡Más Allá del Tablero! Versiones y Récords

La popularidad de Hungry Hungry Hippos trascendió el tablero de juego:

  • En 2018, la marca de vehículos infantiles Kid Trax lanzó una serie de vehículos para niños con forma de hipopótamo, que también «comían» bolas.
  • Incluso existe una versión humana del juego, donde las personas se mueven en pistas de hielo usando cestas para «comer» pelotas, como se ha visto en eventos como el Grand Rapids Snow Days.
  • El juego tiene su propio récord Guinness: en 2018, el futbolista Axel Tuanzebe devoró las 20 canicas en solo 17.37 segundos.
  • Para los verdaderos maestros, se celebra un Campeonato Mundial de Hungry Hungry Hippos anualmente desde 2015 en la convención de juegos de mesa Gen Con. El ganador de 2016 recibió un hippo montado en una placa, ¡todo un honor!.
  • Y como muchos clásicos, ¡hasta se ha planteado una adaptación cinematográfica! Aunque aún está en desarrollo.

Pac-Man: El Comecocos que Cambió el Juego

Si Hungry Hungry Hippos era la sinfonía del caos en el salón, Pac-Man era la danza hipnótica en las recreativas. Este icónico videojuego, que celebró 40 años en 2020, no solo fue un éxito; fue una revolución cultural que redefinió la industria del gaming.

Una Innovación Revolucionaria

Desarrollado por Toru Iwatani y su equipo en el estudio Namco, Pac-Man (originalmente llamado Puck-Man en Japón) se lanzó el 22 de mayo de 1980. Rompió con la hegemonía de los juegos violentos de disparos y batallas que dominaban las salas de arcade en los años 70. Iwatani quería crear un juego que «las mujeres y las parejas que salían también pudieran disfrutar», centrado en la acción de «comer». Y sí, la famosa forma del personaje, ese círculo amarillo con una porción faltante, ¡estaba inspirada en una pizza!.

La mecánica era adictiva y simple: Pac-Man debía recorrer un laberinto, comiendo todos los puntos, frutas y objetos mientras huía de cuatro fantasmas de colores. La emoción aumentaba con las «píldoras mágicas» (Power Pellets) en las esquinas, que permitían a Pac-Man devorar temporalmente a los fantasmas, que se volvían azules.

Los Fantasmas y sus Personalidades

Los enemigos de Pac-Man no eran meros obstáculos; eran personajes con su propia astucia:

  • Blinky (Rojo): El líder de los fantasmas, el más rápido y letal, persigue a Pac-Man directamente.
  • Pinky (Rosa): Tiende a emboscar a Pac-Man, intentando atraparlo por el frente.
  • Inky (Cian/Azul): Colabora con Blinky para acorralar a Pac-Man, su comportamiento depende de la posición de Blinky y Pac-Man.
  • Clyde (Naranja): El más «tonto» e «incompetente», se mueve de forma más aleatoria y a menudo huye si se acerca demasiado a Pac-Man. Y no olvidemos a Ms. Pac-Man, la versión femenina lanzada en 1981, con su característico moño y labios pintados.

Un Fenómeno Cultural y sus Secretos

Pac-Man fue un éxito inmediato, especialmente en Estados Unidos, vendiendo más de 100 mil máquinas arcade en su primer año y generando filas para jugar. Obtuvo el récord Guinness como el videojuego de arcade de monedas más exitoso y llegó a recaudar más de 14 mil millones de dólares. Apareció en la portada de la revista Time y protagonizó su propio programa de dibujos animados.

Para los jugadores más hardcore, el juego ofrecía 255 niveles superables. Sin embargo, el nivel 256 era una leyenda urbana hecha realidad: debido a limitaciones técnicas, la pantalla se distorsionaba, haciéndolo casi imposible de terminar. ¡Un verdadero reto para los que buscan la «partida perfecta»!.

Su legado se extiende mucho más allá de los arcades. Ha aparecido en películas como Tron, Wreck-It Ralph, Pixels y Guardianes de la Galaxia Vol. 2, ha sido un personaje jugable en sagas como Mario Kart y Super Smash Bros., y hasta Google le dedicó un famoso Doodle interactivo en su 30 aniversario, que costó a la sociedad ¡más de 120 millones de dólares en productividad!. En España, el cariño por Pac-Man fue tan grande que se le conoció popularmente como Comecocos, e incluso Milton Bradley sacó un juego de mesa con ese nombre.

Un Legado Compartido: Más Allá de los Puntos y las Canicas

Aunque uno era un juego de mesa de plástico y el otro un gigante pixelado en la pantalla, Hungry Hungry Hippos y Pac-Man comparten un lugar especial en la memoria de quienes crecimos en esa época. Ambos nos enseñaron sobre la competencia sana, la velocidad de reacción y, sobre todo, que la diversión puede ser simple, ruidosa y absurdamente adictiva.

En un mundo lleno de gráficos hiperrealistas y experiencias inmersivas, recordar estos clásicos nos conecta con una forma de jugar más directa, más visceral. Eran juegos que nos unían alrededor de una mesa o de una máquina, creando recuerdos que, décadas después, siguen haciéndonos sonreír.

Así que, la próxima vez que te encuentres con un Tragabolas o veas la silueta de un Comecocos, tómate un momento. Cierra los ojos. Escucha el chasquido de las mandíbulas o el waka-waka fantasmal. Y déjate llevar por esa dulce nostalgia que solo los juegos de nuestra infancia pueden despertar.

¿Y tú? ¿Cuál de estos dos gigantes de la diversión te trae más recuerdos? ¡Comparte tu historia en los comentarios!


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