Hubo un tiempo, en los años 80 y 90, en el que las radios, los casetes y los vinilos estaban dominados por un grupo que cambió la música española para siempre: Mecano. Hoy, al recordar aquella época, es imposible no sentir una punzada de nostalgia. Quienes vivimos esos años sabemos que cada canción de Mecano era más que música: era un pedazo de nuestra vida, una banda sonora de momentos irrepetibles.

Grupo Mecano. Hermanos Cano y Ana Torroja

Los comienzos: tres jóvenes soñadores en Madrid

La historia de Mecano comenzó en Madrid a principios de los años 80, una época marcada por la llamada Movida Madrileña, un movimiento cultural que llenó de libertad, creatividad y atrevimiento a una España recién salida de la dictadura. En ese contexto se conocieron Nacho Cano, su hermano José María Cano y una joven estudiante de diseño industrial llamada Ana Torroja.

La elección de Ana como vocalista fue casi casual: al principio solo acompañaba a los hermanos en ensayos y maquetas, pero su voz dulce, limpia y con un timbre tan peculiar acabó convirtiéndose en la seña de identidad del grupo. Aquella mezcla era única: las letras poéticas y profundas de José María, las melodías innovadoras y electrónicas de Nacho, y la voz inconfundible de Ana.

¿Por qué se hicieron tan famosos?

La clave del éxito de Mecano fue su capacidad de fusionar géneros: pop, rock, new wave, balada, música electrónica e incluso flamenco. Cada disco era una sorpresa. Canciones como “Hoy no me puedo levantar”, “Me colé en una fiesta” o “Maquillaje” conectaron con la juventud de los 80 porque hablaban de lo cotidiano, de lo que cualquiera de nosotros podía estar viviendo en ese momento.

Además, Mecano supo evolucionar. Pasaron de canciones divertidas y frescas a auténticas obras maestras cargadas de emoción y compromiso, como “Mujer contra mujer”, que se convirtió en un himno a la libertad, o “Hijo de la Luna”, una balada mítica que traspasó fronteras.

Anécdotas que marcaron a Mecano

  • La primera maqueta que presentaron a las discográficas fue rechazada varias veces. Les decían que ese estilo no tendría futuro en España. Cuánto se equivocaban…
  • En su primera gira, los tres viajaban en una furgoneta cargada con instrumentos. Ana recuerda que a veces llegaban sin apenas dormir, pero con la ilusión intacta.
  • “Mujer contra mujer” fue censurada en algunos países por su temática. Sin embargo, acabó convirtiéndose en un himno de tolerancia y fue número uno en Latinoamérica.
  • En Japón, Mecano fue recibido como auténticas estrellas. Sus discos vendieron miles de copias allí, un logro insólito para un grupo español en aquella época.

Los discos más vendidos de Mecano

Hablar de Mecano es hablar de cifras de récord. Se calcula que vendieron más de 25 millones de discos en todo el mundo, algo nunca visto para una banda española. Algunos de sus álbumes más destacados fueron:

  • “Mecano” (1982): su debut, con canciones como “Hoy no me puedo levantar”.
  • “¿Dónde está el país de las hadas?” (1983): un paso adelante en creatividad.
  • “Entre el cielo y el suelo” (1986): el álbum de “Me cuesta tanto olvidarte” e “Hijo de la Luna”.
  • “Descanso dominical” (1988): considerado por muchos su obra maestra, con temas inmortales como “La fuerza del destino” y “Mujer contra mujer”. Vendió más de 3 millones de copias.
  • “Aidalai” (1991): el último gran trabajo de estudio, con joyas como “El 7 de septiembre”.

La magia de Ana Torroja como voz de Mecano

Aunque los Cano eran los compositores, no se puede entender a Mecano sin Ana Torroja. Su voz frágil y emotiva era capaz de transmitir ternura, melancolía o alegría con la misma intensidad. Muchos críticos aseguran que, sin ella, las canciones de Mecano no habrían tenido el mismo impacto.

Ana se convirtió en un referente femenino de la música española, un icono que rompía moldes y que demostró que no hacía falta tener una voz potente para emocionar.

El adiós y el legado de Mecano

A principios de los 90, tras el éxito de Aidalai, comenzaron las tensiones internas. Los Cano querían explorar caminos distintos y Ana buscaba un respiro. Aunque nunca se anunció una ruptura oficial, Mecano se despidió de los escenarios en 1992 y desde entonces los rumores de una posible reunión han aparecido una y otra vez.

Sin embargo, lo cierto es que Mecano nunca se fue del todo. Sus canciones siguen sonando en radios, karaokes, playlists de Spotify y en los recuerdos de millones de personas. Para muchos, escuchar “Hoy no me puedo levantar” es volver a los años de instituto; escuchar “Me cuesta tanto olvidarte” es revivir un viejo amor; y cantar “La fuerza del destino” es volver a una época en la que todo parecía posible.

¿Por qué Mecano sigue siendo eterno?

Porque no fueron solo un grupo de pop. Fueron la voz de una generación. Unieron poesía y tecnología, diversión y compromiso, intimidad y espectáculo. Y porque, aunque pasen los años, hay canciones que nunca envejecen.

Hoy, cuando recordamos a Mecano, no solo pensamos en Nacho, José María y Ana. Pensamos en nuestra propia juventud, en cintas rebobinadas con un boli Bic, en la emoción de esperar a que sonara su canción en Los 40 Principales, en los posters de revistas pegados en la pared y en esos veranos de libertad.

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